Concluyendo el primer dia de Reinado

Al terminar el entrenamiento Komachi se sentia bastante bien pero su entrenador no pudo continuar, por lo que pidio un descanso para seguir el dia siguiente.
Al retirarse, Christopher llego al lugar y se acerco a Komachi.
-Señorita, su amiga Teresa esta en recuperacion, nuestros mejores magos en sanacion le atienden en este momento y puede ir a verla si gusta, los espias de Abraham... no volvieron y segun el informa fueron destruidos. Parece que se preparan para el ataque.- Dijo seriamente.

"¿ataque? es lo que no quiero que ocurra" -dije frustrada- "ellos odian la forma en que la iglesia manipulo previas situaciones, ahora es diferente. no tiene sentido pelear" -suspire- "esta bien, llevame donde tere".

-Con gusto señorita.- Christopher la guio por los pasillos y sin detenerse comento.
-Creo que deberia hablar con el antiguo rey Cesar, el me conoce... somos casi de la misma edad y sabe que yo tampoco planeo pelear, si gusta puedo traerlo aca o ya sea que usted vaya, ellos no saben que es usted la reencanacion de Ricardo.- Llegaron a una puerta en donde el olor era bastante purificado, abrieron la puerta y se sentia una gran rebitalizacion. Apenas entraron cerro tras de si Christopher muy rapido.

Teresa se encontraba en una camilla cubierta en bendajes con los ojos abiertos.

"eso mismo pensaba. no tengo idea cuales son las razones que lo mueven a atacar y probablemente mi forma de gobernar que deseo imponer, cumpla con sus espectativas y podria evitarse un derramamiento de sangre innecesario" -me puse a un lado de la camilla de teresa- "las cosas han cambiado" -le sonrei- "antes no me interesaba conocerte, pero ahora si. la estabilidad fisica y mental que jamas desee previamente, ahora es una necesidad imperiosa y deseo que estes a mi lado" -me aclare la garganta- "mi verdadero nombre es komachi y soy la portadora del recien renacido poder de ricardo, actual lider de la iglesia y futura monarca de una nacion libre y unida".

Teresa giro lentamente su cabeza, le sonrio y una lagrima recorria sus mejillas muy alegremente.
-Esa es mi chica...- Dijo en voz baja, sus heridas eran graves pero habia logrado sobrevivir.
-Prometo recuperarme pronto y ayudarte.- Se levanto para sentarse en la cama con mucho esfuerzo.
-Ademas tengo que darle las gracias a un joven muchacho que me trajo aqui... muy apuesto por cierto.-

"tomate el tiempo necesario, no me ayudas si te esfuerzas por recuperarte antes de tiempo. ya habra tiempo para hacer bien las cosas" -le acaricie la cabellera y mire a cristofer- "contacta a cesar y quiero concretar una reunion personal. no vendra para aca y tampoco iremos a donde este. sera en igualdad de condiciones en un edificio neutral. vendras conmigo y tambien abraham. dile que venga con un maximo de dos escoltas y que se hara lo antes posible, idealmente esta noche" -ordene muy seriamente-.

Teresa sonrio y se recosto comodamente en la camilla para beber jugo de un sorbete.
Christopher miro a Komachi.
-No va a ser problema, en este instante voy yo mismo a avisarle y tengo el lugar perfecto para ello.- Le entrego un papel con la direccion de un edificio abandonado, el antiguo palacio de gobierno.
-Nadie esta habitando ese lugar y esta prohibido por las angituas leyes de la iglesia ingresar en ese lugar.- Dijo seriamente.
-La vere ahi a las 9 de la noche, Cesar siempre entrena a esa hora asi que estara listo.- Sonrio y salio de la habitacion tranquilamente.

fui por mi espada y mi guadaña, algo de mi verdadera identidad deseo conservar. luego me dirigi a un pequeño patio desocupado y entrené a mi manera un par de horas. no quiero perder mi esencia ni mi identidad, habitos estan cambiando y formas de ver mi vida, pero no quiero dejar de ser yo misma.

Al faltar una hora para la reunion Abraham y Christopher llegaron al lugar en donde se encontraba Komachi entrenando.
-Mi Reina, estamos listos para acompañarle a la reunion cuando usted nos lo indique, siendo usted la que propuso la misma deberia llegar temprano.- Dijo sonriente Abraham, quien portaba varias libretas y una en particular bastante desgastada.

guarde mi espada en la funda de mi espalda la cual quedaba cubierta por mi capa y con mi guadaña al hombro me acerque a la salida.

"vamos" -dije sin mirarles-.

tomé rumbo a la direccion acordaba, cubriendo mi rostro con mi capucha.