Una extraña coincidencia

Luego de un fuerte golpe mientras practicaba su tiro, Mami logra recobrar el conocimiento y se encontraba en una enorme mansion arropada en su cama, el lugar tenia mas de 40 habitaciones y un patio central exageradamente grande. Un joven moso llego a su habitacion, las ropas de Mami se encontraban en una silla y ella tenia puesta una bata para dormir.
-Buenos dias Lady Tocelli, espero no haberle asustado, hay una persona que quiere verle.- Dijo en un tono bastante amable y alargando un poco las palabras.

Desperte alterada pues logre percatarme un poco de lo que habia pasado, no podia creer que hayan pesacado, tan desprevenidad eso dos ninjas, tengo mantenerme mas alerta si es que quiero sobrevivir, lo que me sorprendia era el hecho de no estar muerta y que haya despertado en esta lujosa mansion, definitivamente no a sido mi semana, me esta hiendo tan mal como el disturbio que provoque en Florencia hace un tiempo, aunque en estos momento queria alejarme de aqui lo mas pronto posible, supongo que debo tomarme la molestia de ver porque no me mataron.

-De acuerdo, en cuanto me vista y...si no le molesta, podria esperarme afuera de la habitacion-hice todo lo posible para sonar amable y tranquila aunque ciertamente estaba muy nerviosa.

-Como guste señorita.- El noble caballero abandono la habitacion con una reberencia y cerro la puerta tras de si.

Apenas se fue me acegurarme de ponerle seguro a la puerto, no se que quieran de mi y no pienso bajar la guardia de nuevo, rapidamente me vesti y ya lista sali de la habitacion y le dije.

-Estoy lista-dije en tono tranquilo.

-Acompañeme porfavor.- DIjo amablemente el caballero mientras le guiaba y daba un pequeño Tour por toda la mansion, al final del recorrido habia una puerta doble grandisima.
-Detras de esta puerta se encuentra su anfitrion, le deseo suerte.- Hiso una reverencia y se retiro.
Las puertas del lugar se abrieron aparentemente solas y dentro del lugar no parecia haber nadie.

Sin duda esta es una mala señal, regularmente la gente de clase alta no son del tipo que les gusta perder el tiempo, demonios si tuviera mi mosquete, tendria una forma de ataque, mi unico consuelo es que a un tengo par de trucos y con esto en mente me aventure dentro de la habitacion sin bajar mi guardia

Las puertas se cerraron y una persona vestida muy modestamente salio de su escondite.
-No queria que huyeras Mami, necesito hablar contigo.- La voz resultaba extrañamente familiar a Mami.
-Hija mia, lamento haberte echo tanto daño.- Era su padre quien salia detras de un gran librero muy apenado y arrepentido.

-Parece que despues de todo, las ratas siempre logran sobrevivir de una o otra forma-dije en tono seco y frio-Esta muy equivocado si permitire que me entregues a la iglesia como lo hiciste con mi madre-esta vez lo dije casi gritando y molesta, el sin duda era de las pocas personas que me quitaba todo los principios que me habia ensenado mi madre.

-No lo entiendes Hija mia, estoy arrepentido, lo que le hice a tu madre fue una cosa horrible y me arrepiento de verdad. Es cierto que gane mucho dinero y al invertirlo consegui mas y mas, pero con el tiempo me di cuenta que la felicidad no me la generaban los bienes materiales, si no las personas con las que lo compartia... Mami... eres mi hija y se que te hice mucho daño pero porfavor... ¿le darias una segunda oportunidad a este viejo?.-
El pobre anciano se acerco llorando y suplicando a Mami, se arrodillo frente a ella y le tomo de las prendas desesperadamente.

-Tu una vez me dijiste cuando era nina, que siempre nos protegerias a mi y a mi madre y dime-dije en tono molesto para luego tomarlo del cuello de su camisa-Crees que la protegiste dejando que la torturaran y luego la decapitaran en la plaza de la ciudad, crees que un perdoname hara que me olvide de lo que paso!!!!-esta vez le grite con mucha fuerza, recordar como una de las personas que mas queria en este mundo me abandonara y dejara que mi madre muriera era algo que sin duda hacia que perdiera los estribos.

-Hija...- Le miro con desesperacion, su voz era bastante tenue y lloraba sin parar, el pobre anciano se puso completamente palido de el rostro y los labios.
-No tengo mucho tiempo de vida, soy viejo y se que e arruinado todo, pero no quiero arruinarte a ti.- Dijo con miedo. -Porfavor... perdoname.-

-Si no querias arruinarme, entonces porque simplemente me hiciste a un lado, tienes alguna idea de todo lo que pase despues de lo que hiciste!!-aun le seguia gritando, jamas podria olvidar todo lo que tuve que pasar por su codicia.

El anciano toco su corazon y callo al piso llorando, se retorcia de dolor y se ahogaba en sus lagrimas ante los pies de Mami.

Rapidamente lo tome en mis brazos intentando que no se lastimara mas.

-Oye si sigues asi realmente te provocaras un paro cardiaco y estoy segura que no viviras para contarlo!!-dije algo alterada...creo que lo peor de este asunto es que...aun lo sigo viendo un poco como el padre que siempre estuvo conmigo en mi ninez y que siempre me contaba cuentos en las noches antes de irme a dormir.

-Estoy enfermo Mami... llevo semanas asi, e invertido toda mi fornuta en encontrarte y eso no me importa... solo quiero saber que la hija que una vez crie es ahora una mujer y que no se parece a su bastardo padre, solo quiero tu perdon hija mia...- Dijo llorando y con su piel aun bastante palida, parecia estar agonizando.

Sin duda esta era la primera vez que me encontraba en una situacion tan dificil como esta...que debo hacer...se esforzo para encontrame...aunque sin duda pudo haber sido de una mejor forma que noquearme y secuestrarme por unos tipejos que contrato...supongo que tendre que hacer lo que hubiera querido mi madre que hiciera...

-Esta bien te perdono-dije abrazandolo con fuerza y en tono preocupado, una parte de mi dice que no deberia darle el perdon a alguien como el pero...a fin de cuentas...el sigue siendo mi papa...

-Mami, muchas gracias.- Le respondio el abrazo y se sentia como su cuerpo se hacia mas fragil cada vez.
-Nunca seas como yo fui con tus hijos... amalos... y date cuenta por sobre todas las cosas que son lo mas importante.- Le sonrio mientras sacaba una hoja de su gabardina.
El anciano callo recargado en el hombro de Mami con su mano sosteniendo el papel. Ya estaba muerto.

-Tarado...claro que nunca le haria eso a mis propios hijos si los llegara a tener...siempre me dices cosas que ya se...-dije intentanto sonar fuerte pero simplemente no podia pues mis lagrimas y mi dolor no me permitian hablar mejor...

El anciano termino por desplomarce con una sonrisa muy grande y tranquila en su rostro. La nota que habia dejado en la mano de Mami mostraba que toda su fortuna, siendo el tercer hombre mas rico de todo el planeta, le pertenecia a su unica Hija, con la unica condicion de que ella pasara junto a su padre los ultimos momentos de su vida.

Lei la nota que me habia dejado...ahora entiendo porque me busco tanto.

-Padre...no tenias porque dejarme esto, no necesitaba que me compenzaras con algo tan frivolo como el dinero...-dije limpiandome algunas lagrimas mientras aun el cuerpo de mi padre reposaba en mis piernas.

El joven moso entro rapidamente, parecia que habia estado espiando todo.
Corrio hasta el padre de Mami para verificar que habia muerto.
-Su padre era un buen hombre, siempre hablaba de usted y de su madre ademas de lo mucho que se arrepentia por haberles echo tanto daño, lucho toda su vida por encontrarte y parece que no fue en vano... por muy fribolo que sea, es lo unico que te queda de tu padre y si el te lo quiso dar es porque era lo unico que tenia para darte, el amor de un padre no se da de la noche a la mañana, debe sembrarse en la niñez.- Dijo seriamente mientras acomodaba suavemente el cuerpo para recostarlo boca arriba.

-Lo se, el la cultivo bien...a pesar de que dejo que esa semilla pasaran por cosas terrible...-dije terminando de limpiar mis lagrimas, tenia que recuperar mi compostura, no podia verme asi cuando regresara con los demas.

-Señorita, este hogar es ahora suyo y yo soy no solo su empleado, este hombre era un gran amigo mio asi que usted es mi nueva compañera.- Le sonrio el anciano.
-Sabe, deberia decirle almenos en donde estamos... nos encontramos en el sur de la ciuda muy alejado de donde la encontramos, su padre queria encontrarle rapido asi que contrato al mejor grupo de espias para traerle. Si gusta podria quedarse aqui, el tenia muchas cosas que mostrarle a su linda hija y me encantaria guiarle, pero deberiamos primero darle un funeral digno...- Lo tomo en sus brazos y comenzo a caminar hasta otra habitacion.

-Si, merece un buen entierro a pesar de los errores que cometio-dije cabizbaja, nunca crei que me afectaria tanto eso, supongo que porque recordar los buenos tiempos que pase con mi familia, me hacian ver lo importante que fue por un tiempo en mi vida.

-Por alguna razon el sabia que al verle terminaria su ciclo de vida, asi que me hiso preparar todo anticipadamente.- Llegaron a un hermoso jardin, despues salieron un poco del lugar y entraron al bosque, en el exacto mismo punto donde el habia, anteriormente, enterrado a su esposa.
-Despues de darse cuenta de sus errores le dio el entierro digno a su madre... independientemente de la forma en la que murio, ella era una mujer fuerte, y su padre estaba sinceramente arrepentido.- Puso su cuerpo en un ataudo y lo hiso descender.
-Solo espero que comprenda que...- Dijo mientras le enterraba. -Tanto su padre como su madre querian algo en comun, y era a usted. En el fondo ambos le amaban con todo su corazon y siempre quisieron ver a su pequeña niña floreser y convertirse en una mujer... sin embargo, la actitud de su padre le hiso cometer una idiotez. Pero estoy seguro que donde quiera que esten, deben estar orgullosos de usted.- Termino de cubrir el agujero con tierra y le miro a los ojos.