Las cosas se ponen dificiles

Al despertar Komachi se sentia bastante adolorida, sus brazos y piernas dolian como si fuera sedentaria y hubiera echo ejersicios excesivos el dia anterior pero amplificado.
-Señorita Komachi, buenos dias le traje su desayuno.- Era Abraham quien entraba con una charola de plata bastante completa mientras se acercaba a la cama.

me sente en la cama a desayunar.

"hacia tiempo que no sentia estos dolores musculares" -dije satisfecha- "las piernas pesadas, los brazos rigidos y palpitantes. me recuerda a cuando recien comence a entrenar en mi infancia. solo queda seguir y acostumbrar mi cuerpo, el humano es un ser de habitos".

termine de comer y mire a abraham.

"querubin, manda a llamar a teresa y hiru" -le ordene- "a la sala de reuniones numero 2, y si no estan enumeradas, la 1 sera la mas cercana a mi alcoba y la 2 la que le sigue" -dije riendome un poco por lo improvisada de mi orden-.

-A la orden mi reina.- Contesto sonriente Abraham.
-Recuerde que cualquier cosa que usted necesite no dude en llamarme.- Se retiro con una reverencia retirando la charola despues de que Komachi termino de comer.
Pocos minutos despues entro denuevo Abraham abriendo levemente la puerta.
-Teresa esta lista en la sala de reuniones y Hiru ya viene en camino.- Dijo sonriente y con los ojos cerrados para prevenir verle vistiendose.

"ire en un momento".

me recoste varios minutos en mi cama mirando el techo para luego vestirme y dirigirme a la sala donde les cité.

En la sala se encontraba Hiru y Teresa sentados en una mesa grande y sentados cerca de la silla principal que se suponia tomaria Komachi.
-Buenos dias Komachi.- Dijo Teresa bastante emocionada al volverle a ver, sus heridas habian sanado y ahora solo tenia una gran cicatriz que mostraba su hombro descubierto.

-Buenos dias Reina, acudi aqui lo mas rapido posible.- Dije mientras me ponia de pie para hacer una reverencia.

respondi con una sonrisa y me sente.

"es poco lo que conosco a ambos pero hay una razon en comun que nos une" -comence a hablar- "lo que me gustaria saber, teniendo en cuenta el alto potencial de ambos, que es lo que les mueve a actuar y que desean lograr. con respecto a teresa no se ni siquiera su meta y sobre hiru, antes queria pelear contra la reencarnacion pero ahora que, ¿que haran ahora?".

-Bueno Komachi, has logrado que me encariñe mucho contigo, fue poco lo que te conoci pero aun asi me agradas y te lo dije antes.- Contesto seriamente Teresa.
-Me gustaria estar a tu lado en la batalla, ser tu mano derecha y ganarme tu confianza.- Sonrio alegremente.
-No me importa cual sea tu forma de reinar o como manejes las situaciones, yo solo me encargare de defenderte y estar a tu lado cada que lo necesites.-

-Como dije antes, tengo mucha afinidad con esta ciudad y la concidero como mi unico verdadero hogar. Lo que yo busco es cuidarle y procurar que nadie cometa crimenes graves, una ciudad pasifica es bastante dificil de obtener y parece solo un sueño inalcansable, pero confio en que almenos nos acercaremos mucho a la meta.- Respondi seriamente.
-Ademas ya tengo mas propositos para ayudar al pueblo, no me gustaria y no me gustaba ganar tanto dinero sin hacer nada... considero que arriesgar mi vida en batalla es lo menos que puedo hacer por mi pueblo.-

"me acuerdas a mi misma teresa" -le sonrei- "en ningun momento citas algun lugar o alguna persona, eso quiere decir que no tienes karmas o pesares, eres capaz de darlo todo y nada podria deblitarte. eres perfecta para estar en el frente principal, en la vanguardia".

"en cambio" -mire a hiru- "tu apelas mucho a los sentimientos en batalla, eso lo vengo notando desde el hecho de contratar a personas para entrenarlas. eres una espada muy poderosa que no requiere funda que le controle. creo yo, que estas en tu puesto actual solo por tu poder, no por tu forma de llevar las situaciones. eres un buen guerrero pero solo puedes ejercerlo educando a los novatos y a las nuevas generaciones. tienes un tremendo talon de aquiles llamado casey, que en vez de fomentar tus sueños, te absorbe con los suyos y no le permite a tus filos como espada que eres, trabajar para lo que fuiste afilado, para cortar y matar. sea en nombre de dios, en el mio, por la ciudad, tu eres alguien que debe matar. te quedaras en la retaguardia, actualmente no me sirves para formar parte de la ofensiva".

-Tienes razon en varios aspectos y ahora que lo mencionas... creo que mi forma de vida no es la de estar en casa...- Medite unos segundos.
-Quiza no debi haber echo tantas cosas con Casey... si le secuestran para atraerme morderia el cebo de inmediato. No puedo arrepentirme de mis acciones una vez que las e confirmado, pero almenos puedo darme cuenta de futuros errores antes de que sucedan.- Conteste seriamente mientras le miraba fijamente a los ojos.
-Por ahora me quedare como dices e intentare no llamar mucho la atencion. Si mal no recuerdo hay un detalle que yo te puedo resolver y es el de las armas para los soldados, la iglesia comerciaba las armas mas varatas por lo que sus soldados terminaban muriendo en grandes numeros, a nosotros los templarios nos conseguian lo mejor para no caer en lo mismo. Si me permite puedo ir a buscar materiales para conseguir nuevas armas, a esta hermosura la consegui con mis propias manos y un muy buen amigo forjador hiso el resto.- Dije sonriente esperando que aceptara, mis ganas de matar algo y pelear aumentaban a cada minuto.

"dispondras de un grupo de 10 personas a tus ordenes y 2 carretas para transportar lo necesario" -confirme su peticion- "si el trabajo es bueno, te dare mas gente para que trabajes a mayor escala. la defensa debe ser aun mejor que el ataque, para que podamos luchar sin preocuparnos de lo que estamos dejando atras. sobre casey, haz lo que quieras. pero un guerrero no vive de sentimientos, recuerda que las gloriosas valkyrias eran castigadas cuando fallaban como guerreras, obligandolas a casarse. una relacion amorosa es el final de un gran guerrero. nuestra vida recien comienza, te apuras mucho con algo que puedes y deberias hacer en varias decadas mas. si aun asi deseas mantener tu decision, seras educador y proveedor".

-Podre amar mucho a Casey... pero no voy a dejar mis sueños y seguire con mi camino de guerrero. Si ella no lo entiende... no habra otra opcion.- Me puse de pie y le mire seriamente.
-Si no le molesta mi Reina, me gustaria tener a los soldados y las carretas cuanto antes, a estas horas son cuando mas animales salvajes hay para conseguir pieles, y ya buscaremos una mina para conseguir metales. Por cierto... conosco un lugar en donde los Dragones custodian y podemos conseguir sus garras y escamas, pero eso es pensar muy a futuro. Pido permiso para retirarme y cumplir con mi deber de hoy cuanto antes.- Dije seria y firmemente mientras miraba a un punto muerto cual buen soldado.

-Huy dragonsitos, me gustaria ir a verlos algun dia ¿tu que opinas komachi?.- Comento amigablemente Teresa aun sentada en su posicion.

"mi gente es eficiente" -sonrei- "ya deberia estar lo que dispuse para ti una vez llegues a la entrada" -mire a teresa- "cuando confirmen la ubicacion de los dragones, me informan y acudire" -aun queria terminar el casi concluido entrenamiento de magia de viento para poder proceder con el oxigeno- "pueden retirarse, exito en sus deberes" -les sonrei y me acomode en mi silla-.

-Mi deber es estar contigo.- Sonrio amablemente mientras miraba a Komachi, puso su mirada de furia en Hiru indicando que abandonara y las dejara solas.

-Esta bien mi Reina muchas gracias.- Avance hasta la salida.
-Y por cierto...- Me detuve poco antes de salir. -No te forces mucho aprendiendo nuevas magias... si tratas de aprender y dominar rapidamente en un dia lo lograras pero... lastimaras tu alma. Los humanos no estamos echos para eso, incluso Ricardo tardo años en dominarlo todo.- Sonrei amablemente.
-Bueno, me retiro.- Sali del lugar rumbo a la cordillera milagrosa, seguramente conseguir baba de ciclope para los alquimistas serviria de mucho ya que es el ingrediente mas comun entre sus creaciones.

"supongo que tiene razon" -suspire- "ya manejo la base del viento y con ello puedo usarlo muy bien potenciando mi forma de pelear" -medite en voz alta- "quizas podria aprender a nivel bajo la gravedad. no creo que me dañe saber varias magias a nivel bajo aparte de mi magnetismo, ¿o si?".

-No.- Dijo sonriente Teresa.
-Yo aprendi a controlar metales cuando controle perfectamente la tierra, cada magia tiene sus raices y generalmente son 2 o mas, yo aprendi metales y madera al mismo tiempo despues de dominar perfectamente la tierra.- Sonrio amablemente mientras creaba madera para hacer una casita de juguete, le ponia la estructura de metal y le adornaba con tierra y flores afuera.
-Asi era mi casa... y asi es como domino mi magia.- Sonrio.

"¿tan pequeña eras antes? bueno no me extraña, aun lo eres" -me puse de pie riendome- "luego de que sepa gravedad, la cual probablemente es raiz con magnetismo, averiguare el arbol de magia con el cual podria especialisarme. ya que no puedo aprender las tres que deseaba en alto nivel en poco tiempo, entonces varias a nivel bajo".

salimos de la habitacion con disposicion a buscar o un maestro de gravedad, o un libro para instruirme.

-Jeje pues no no era tan pequeña.- Sonrio.
-Seguro que la iglesia tiene algun lugar para guardar libros de magia, imagino que si no querian mas magos debieron o quemarlos o guardarlos.- Dijo pensativamente mientras se levantaba para seguir a Komachi.

-Claro que si hay un lugar asi, siganme por aca.- Respondio Abraham quien apenas hiba entrando a la habitacion.
-Venia por algo urgente... el instructor de magia de viento no aparecia, pero quiza solo tubo un retraso inesperado. La libreria de magias esta por aca.- Señalo con su brazo esperando que le siguieran.

"si no querian magos pero si reencarnar a ricardo, nunca los hubiesen quemado" -la mire con cara de obvio- "espero que no se haya enfermado o revelado aquel tipo" -comente mientras seguia a abraham-.

-Creo que se enfermo, lo dejo muy agotado ayer jaja.- Dijo amablemente Abraham mientras abria la puerta de otra habitacion.
Al entrar era imposible no mirar un rincon sin libros.
-Esta es la biblioteca de la iglesia, tras la puerta de haya.- Señalo a una puerta con incrustaciones extrañas.
-Se encuentran los libros de magia, el papa usaba esto para abrirle.- Le entrego una gema puntiaguda, en la puerta parecia haber un orificio donde encajaba.
-Le advierto desde ahora señorita Komachi, hay un libro especial y esta resaltado porque es el unico que no esta en una estanteria... si toca ese libro y es la poseedora de los poderes de ricardo, cosas muy malas sucederan... asi que porfavor no lo haga.- DIjo preocupado Abraham mientras esperaba detras de ella a que abriera aquella puerta.

me alse de hombro y abri la puerta con la llave.

"no tocar el llamativo y unico libro de magia anti ricardo" -repeti- "ok no drama".

Al abrirse la puerta despidio un aura azul bastante grande, la presion dentro del lugar era bastante mayor a la de otros lugares de la iglesia. Se sentia pesado y cuando caminabas por un pasillo podias darte cuenta de que libros de magia estaban ahi por lo que sentias... Frio, Calor, Presion, Ligero, habia de todo. Al fondo se encontraba en una vitrina muy desloado un libro grandisimo, grande y grueso lleno de paginas ragadas y bastante antiguo.