Entrega especial de materiales

Luego de llegar a la iglesia por todo lo necesario para partir hacia las montañas, Casey toma un largo viaje cuesta arriba hasta llegar a un lugar que parecia ser una cabaña pequeña construida completamente junta a un acantilado, haciendo que solo se vieran 3 lados de la casucha.

después de un tiempo logre llegar a dicho lugar, una cabaña vieja y muy descuidada en su exterior, me acerque a la puerta y toque siete beses en una velocidad normal sin ninguna pausa, al terminar de tocar retrocedí un paso hacia atrás -señor Victor... vengo de parte de Hiru y le traigo un caldo de león...- dije en un tono serio y algo vergonzoso ya que se me hacia demasiado tonto lo ultimo d aquella oración, ahora faltara que me abriera.

Se escucho un grito de emocion bastante lejos que cada vez se volvia mas cerca.
-YYYYYYYYAAAAAAAAHHHOOOOO!!!.- La puerta salio volando, un anciano bastante flacuchento y barbon, con ropa descuidada y de apariencia demente salio de el lugar emocionado.
-Bien chicos pongan todo por haya.- Señalo un gran porton de madera.
-Yo me encargare de que todo salga bien, mi queridisima esposa me trajo un encargo en la mañana muy especial que me emociono y ahora un caldo de leon JAJA!! nada podria ser mejor.- Miro a Casey y se sorprendio. -HUY SI PUDO!!! hola señorita mucho gusto, ¿quien es usted y porque le trae tanta alegria a este pobre hombre tan viejo como yo?.- Dijo alegre y energetico mientras se acercaba.

me quede estupefacta al ver aquel hombre de apariencia descuidada - mi nombre es Casey señor... mucho gusto... disculpe... Hiru me envió... su arma se rompió... y necesita que le fabrique una nueva... y creo que también necesita armas para los hombres de la iglesia...- aun no me recuperaba de la impresión que me había dejado este hombre

-Claro claro tendre a mis hombresillos trabajando en ellas y tengo 2 encargos muy especiales que hacer ¿te gustaria quedarte a mirar?.- El hombre hablaba bastante rapido y con una emocion y sonrisa en sus palabras muy enorme.
-Sabes me agradas, seguramente eres la esposa de Hiru, es un pilluelo.- Levanto ambas cejas muy picaronamente mientras le pegaba suavemente con el codo.

-solo estamos comprometidos... pero no soy su esposa aun...- dije de manera tímida mientras le bloqueaba la mirada - no quiero sonar grosera... pero Hiru esta herido, y se que es capas de irse de la casa ya que es muy inquieto... estoy preocupada por el...- dije mientras agachaba la cabeza, aquel señor se notaba que rápidamente me podría sacar de quicio... pero se veía que era una persona muy agradable.

-Tu tranquila yo nervioso muchachita.- Dijo sonriente.
-Necesitas relajarte y confiar mas en Hiru, el es muy capaz cuando se lo propone pero si de verdad lo amas deberias apoyarlo y no ponerle trabas. Hiru viene aqui siempre todos los dias, aveces en las tardes o en las noches cuando todos duermen y siempre habla de ti, me dijo que te consideraba su esposa pero que aun no se casaban, ademas siempre menciona que intenta hacerte entender sutilmente que confies mas en el y su forma de ser. No se yo como es su relacion mas haya de lo que me cuenta pero ambos deberian charlar seriamente algun dia y definir si de verdad son el uno para el otro.- Dijo seriamente el anciano esta vez hablando en una velocidad normal.
-Ademas recuerda que el es un guerrero, cuando peleo contra Draco enloquecio y por eso termino mal herido, el sabe que fue su error y sufre mucho por ser una carga para ti... si quieres ir con el esta bien, si gustas puedes quedarte y charlamos, sirve que le llevas su espada que la tendre lista en un dos por tres.- Sonrio mientras le invitaba a pasar.

le mire y le sonreí, pues lo que decia era las que la verdad - puede tener su arma tan rápido?- dije mientas pasaba a su casa y le miraba con una sonrisa en mi rostro, - me contó Hiru que usted era como su padre... eso quiere decir que usted ve hacer mi suegro..?- dije mientras le observaba de manera tímida. la casa también era un poco desordenada, - y respecto a que deberia confiar... se que tiene razón...pero... me da miedo que algo le pase... mi vida es mas tranquila y normal... se podría decir, vivo sin excesos y sin emociones... creo que verle hacer todo lo que me aterra provoca que me ponga de esta manera-

-Dejate llevaaar.- Hiso una seña con su brazo ondulandolo con gracia.
-Sabes, ser una pareja no significa que ambos tengan que ser iguales, cada uno debe mostrarle al otro su forma de ser para que se comprendan y si de verdad van a estar juntos como para casarse, entonces deberian juntar sus caminos.- Tomo una pieza de metal y comenzo a tratarla en el fuego, calento el horno y tomo una pieza muy brillante y hermosa de un material extraño, la cual coloco delicadamente sobre la mesa para luego jorobarse y comenzar a moldearle.
-Si Hiru tiene una vida muy activa y tu una muy tranquila, deberias probar de la vida activa asi como Hiru ya probo de tu vida tranquila, el por lo que me dice a hecho mucho por ti y tu solo lo dejas llegar a ti pero no actuas para intentar llegar a el... sabes a lo que me refiero.-

-se refiere a que pruebe todo lo que le guste a el... - dije mientras observaba con mucha atención la manera que forzaba la espada de Hiru - es que... yo no se defenderme... soy lenta en pelea, y mis ataques no son muy fuertes, al controlar el agua mi fuerte obviamente no es la fuerza... asta ahorita siento que en lo único que le e podido ser útil es en ayudarle a curar su herida...- dije un poco desanimada - su vida jira alrededor de la guerra... y eso me preocupa mucho... entiendo que sea soldado... pero no todo es pelear y matar, hay muchas mas cosas... pero- bloque la mirada por un breve momento mientras tomaba asiento.

-No me refiero a que te unas en la batalla, me refiero a que lo dejes ir a la batalla, si el siente tu apoyo como la esposa que ahora mismo eres para el. Mi esposa antes no apoyaba que yo creara armas para que las personas se mataran, pero comprendio que esa era mi aficion y ella no podia arrebatarmelo, despues encontro su propia felicidad trabajando para vender las armas que yo forjaba, a eso me refiero... Hiru puede salir a matar monstruos y personas malvadas, pero si no siente tu apoyo y sabe que a ti te lastima que el haga eso va a terminar con muchas heridas y quiza muera por la desconcentracion... ademas, si tu habilidad no es la de pelear, ¿porque no mejor le ayudas sanando sus heridas y la de sus compañeros? seguramente puedes ayudarles en batalla... o incluso capacitar tu propio grupo de curanderas.- Dijo alegremente mientras terminaba de cortar un gran pedazo de metal, el cual llevo a la fundidora y lo convirtio en liquido, comenzo a hacer muchas cosas con sus manos y en un instante una espada de 2 metros completamente roja por el calor del horno se encontraba siendo martillada para dar los ultimos retoques y sumergida en agua para terminarle.

-realmente no mentía cuando la podría hacer rápido!!- dije completamente sorprendida mientras veía como le martillaba para que ya fuera quedando, -yo le dije a Hiru que le dejaría ser soldado pues esa es su afición pero aun me sigue preocupando... debo esforzarme para encontrar un punto en lo que le pueda ser utiil en lo que el ama ser...- dije un poco pensativa, mire al señor Victor de manera apenada - perdón por estar ablando de estas cosas..!! se nota que no tengo amigos verdad jaja...- dije mientras me reía al final de una manera nerviosa.

-Las personas se abren con desconocidos que viven en montañas alejados de la civilizacion, es normal que me cuentes todas esas cosas chica.- Dijo sonriente el anciano.
-Toma, aqui esta la espada que le corresponde a Hiru... dile de mi parte que es igual a su Marian, solo que esta le sera mas ligera y filosa y tiene 3 fases.- La como con ambas manos para ponerla verticalmente.
-Esta es la fase uno, dile que la fase 2 es con Ignicion y la 3 con Infierno.- Sonrio y le entrego la espada mientras traia una funda. La espada era simplemente hermosa, billante y exageradamente pesada, su acabado era perfecto y el mango era de un color gris verdoso, la espada era amarillenta en forma rectangular terminando en punta, de doble filo y bastante gruesa. Casey no la pudo sostener ni con ambas manos dejandole caer al suelo de golpe mientras el anciano volvia con una gran funda de color tinto oscuro con bordes dorados.
-Jaja, no te vayas a asustar, enserio que es pesada.- La tomo con ambas manos y la puso en su funda, luego le toco con una mano y se la entrego a Casey solo que esta vez era bastante ligera.

tome la espada no se podía comprar con el peso anterior - como... como hiso para que la espada no tuviera el peso de antes... es simple y sencillamente mas imposible de lo que se tardo en forjarla...- dije mientras le miraba sorprendida.

-Los herreros tambien tenemos nuestros viejos trucos JIIIJIJIJI.- Dijo muy risueño.
-Pero bueno, por ser la espada de Hiru tome toda mis fuerzas para forjarle... por hoy no tengo fuerzas para seguir asi que mañana continuare. Mandale saludos de mi parte y si engendran un hijo yo sere el padrino jiiiijijiij.- Sonrio alegremente el anciano mientras acompañaba a Casey hasta la salida.
Los soldados le esperaban con las carretas vacias.

le mire completamente roja al decirme sobre engendrar hijos - bueno... señor... con su permiso...!!- al decir esto camine rápidamente hacia donde están los saldados para así marcharnos de el lugar, yo debía volver a la casa y así darle la espada a Hiru.