A punto de ser atrapado

Luego de regresar de mi entrenamiento en las llanuras rocosas, vi a Casey muuuuuuy a lo lejos en una carrosa a punto de llegar a su hogar, asi que me di prisa para entrar por la ventana del patio trasero y recostarme en la cama de su habitacion tranquilamente.

llegue a mi casa y rápidamente fui a mi habitación en la cual estaba Hiru - mira!! ese hombre es gran dioso es imposible crear un arma en tan poco tiempo!!- me acerque a el para mostrarle la espada pero antes de dársela le di un tierno beso en la boca -olle...- dije mientras me acercaba a su cuello oliéndolo un poco -hueles a sudor... e incluso... ahorita estas sudando...- me retire de el y le mire de manera triste... - porque te saliste....- extendí mi mano y retire todo el sudor de su cara y su prendas las cuales había pedazos que aun se encentraban húmedos, así dejando le seco completamente.

-Necesitaba practicar... perdon pero fue solo un poquito y no fue fisicamente, de echo estaba sentado, el sudor es por el fuego que cree... no me lastime ni nada te lo aseguro.- Le sonrei alegremente.
-Me alegra verte tan feliz y...- Antes de poder terminar mi frase escuche un discurso dado por Komachi, al parecer toda la ciudad lo habia escuchado ya que se escuchaba una gran obacion.
-Parece que nuestra compañera es aceptada por toda la ciudad... ¿tu tambien la escuchaste cierto?.- Dije con una sonrisa mientras me sentaba en la cama.

-si... lo oí...- dije en un tono serio, - algo así me dijo también ami ase poco...- dije mientras le sonreí y ponía su espada enfrente - dijo que ahora tenia tres fases una era esta misma la segunda Ignición y la tercera infierno,...- la puse en la cama, y mire a Hiru un poco molesta ya que sea había ido, - si te sientes tan bien creo que deberías alistarte para ir a trabajar no crees...- dije en voz baja sin mirarle en ningún momento a los ojos - por el discurso que dio me imagino que a de haber mucho trabajo-

Sonrei bastante alegre.
-Jejeje, ese viejito dice cosas muy sabias aveces.- Me puse de pie y le di un abrazo.
-Si.. quiza haya muchas cosas que hacer peeeeero... tu y yo estamos en lo nuestro.- Le di un tierno y corto beso en los labios.
-Ademas, ya colaboramos lo suficiente en los ultimos dias, le toca colaborar a las personas que no han puesto su granito de arena.-

-pues en ese caso...- le jale a la cama y lo recosté colocándome ligeramente enésima de el - necesitas descansar y reposar aun no te curas completamente...- al decir esto le mire de una manera seria y me aparte tomando algo de distancia - te preparare el baño... hueles mucho a sudor...- dije mientras me ponía de pie para salir de la habitación

-No te enojes conmigo... ya no quiero conflictos y mucho menos discutir por cosas algo... bobas...- Camine hasta el baño para entrar y hablar con ella.
-Se que estoy herido, pero enserio me has ayudado bastante con tu magia.- Le dije seriamente mientras me quitaba la camisa y los bendajes, mi herida estaba completamente cicatrizada y cerrada a la perfeccion. -Quiza tu punto de vista como medico te hace saber cosas que yo no se pero... me siento bastante bien y no quiero ser un estorbo para ti, como para que me prepares el baño.- Me acerque a ella, mis palabras eran en un tono normal como siempre hablaba pero con un toque de risitas nerviosas.
Le di la vuelta para quedar de frente y le mire a los ojos.
-Se que te preocupas por mi, asi como yo lo hago por ti y te quiero pero... aveces debemos confiar en la palabra del otro aunque paresca un poco rebuscado.- Le sonrei alegremente mientras sostenia delicadamente sus caderas.

-yo se a la perfección de que tu herida esta casi serrada y que solo es de unos pocos días para que ya ni cuentes con la sicatris... pero como dije... esta casi...la herida se puede volver abrir y te volverá a doler mucho...- dije mientras le observaba a los ojos de manera preocupada - tu sabes que ami no me molesta en lo absoluto ayudarte... pues me gusta hacerlo, pero si te estoy pidiendo que es por tu bien... no quiero volver verte como aquel día...- dije mientras mis ojos se empezaban a llenar de lagrimas.

- realmente pensé que ibas a morir... y se que es inevitable que peles es lo que te gusta pero... en esta condición... sera mas fácil que alguien te pueda vencer sin problemas... solo te pido un poco de comprensión-

Le sonrei completamente lleno de emocion mientras limpiaba sus lagrimas con mi pulgar.
-Casey... te amo tanto.- Le di un beso largo y lleno de sentimiento, alfin me comprendia y se habia interesado en ver mi interior.
-Comprendo... prometo no volver a causar problemas.- Le sonrei alegremente sin soltarle.

le sonreí de manera tímida y me aparte un poco de el, me acerque a la tina de baño, el agua se encontraba por fin en su punto, - anda métete a bañar yo te espero afuera- antes de retirarme de el lugar le di un tierno beso en los labios, me separe de el y e dispuse a irme. - voy a tomar el te... si te duele la herida o se abre un poco de inmediato me hablas si...- dije mientras le miraba de manera tímida y con ternura.

-¿Me vas a dejar solito?.- Dije con ternura y en un tono de burla.
-¿Y si me ahogo...? acompañame porfavor.- Dije muy nervioso mientras miraba como pretendia salir del lugar.

me sonroje por completo y por un momento le bloque la mirada, -p.. pues si quieres tu métete y una vez que ya estés adentro de la tina me avisas y me siento a un lado de ella para platicar con tigo... te párese bien?- dije mientras le miraba de manera nerviosa.

-Pues... si... si eso estaria muy bien.- Respondi muy nervioso.
*Dios mio Hiru exageraste esta vez... como pudiste decir algo como eso!!!*
Una vez salio del baño Casey, me desvesti y me meti comodamente en la tina.
-Ya puedes pasar.- Dije seriamente en voz alta mientras cerraba los ojos para relajarme.

tome un libro de mi habitación y al escuchar su voz llamándome fui a el baño, el se encontraba con los ojos serrados, me senté aun lado de la tina y me puse a leer, no sabia si ver por el lado obvio por el cual me había invitado a estar aquí..., en este momento prefería mejor ignorar todo y concentrarme en mi libro.

Despues de un rato en total tranquilidad, me levante de la tina estando aun desnudo y mirando hacia el lado contrario de Casey, sali de la misma y me acerque al perchero por una toalla.
-Entonces Casey... ¿que haremos hoy?.-

no retire la vista de mi libro pues me encontraba en un capitulo interesante, - no lo se...- dije mientras me ponía de pie y me dirigía a la sala sin retirar la vista de el libro, conocía a la perfección mi casa seria imposible que me tropezara con algo, tome asiento en el sillón, y espere que Hiru se vistiera - a ti que te gustaría hacer...- dije sin voltear a verle en ningún momento por dos razones, el solo llevaba con sigo actualmente una toalla y también aparte estaba muy entretenida en mi lectura.

Sali de el baño y camine hasta la sala, tenia solo un pantalon comodo y mis bendajes.
-Pues me gustaria ir a ver que pasa con Komachi, hay demaciado movimiento en la ciudad y parece que todos contribuyen con algo... mmm me siento mal por no colaborar.- Tome asiento junto a Casey y pase mi brazo por su espalda para tocarle el hombro y abrazarle.
-¿Enserio es tan entretenido ese libro? jejeje... te voy a traer uno de magia algun dia.- Dije sonriente.

-ami me gusta leer... no importa que libro me des yo lo leo...- dije sin retirar la vista de el libro. di vuelta a la hoja y el capitulo habia terminado puse el separador y serré el libro, para luego recargar mi cabeza en el hombro de Hiru - ya por fin tienes un olor agradable...- mire de reojo a Hiru, mientras le veia con ternura - te dejaría ir... pero estoy segura que si vas aras algo que te podría lastimar... aparte no cres que si te nesesitaran tanto ya te ubieran echo llamar?-

-Quiza me hubieran llamado pero nunca esta de mas ir a ofrecer la ayuda... no quiero estar aqui y no voy a estar aqui... soy muy inquieto y si me estoy en un solo lugar durante unos minutos me aburro... si no puedo salir entonces dormire...- Dije resignado ya que era mas que obvio que no me dejaria salir, pero ya llevaba mucho tiempo siguiendo ordenes.
Me puse de pie y me coloque solo mi gabardina, tome mi nueva arma y me pare junto a Casey.
-Perdon pero no quiero estar aqui... comenzare a enojarme si estoy aqui sin hacer nada... ademas necesito descubrir mi nueva arma.- El peso del a misma se habia regresado a su forma original, era un poco mas pesada que la anterior.

me puse de pie y le mire molesta - ase unos pocos minutos dijiste que entendías mi punto y que reposarías al menos por hoy y ahora solo simplemente dices me aburro me voy!- decline con la cabeza, trataba realmente por comprender le pero no podía quedarse tranquilo ni un solo día, - sabes que igual aras lo que quieras... solo vete y déjame sola!- al decir esto le di la espalda y camine hacia mi habitación serrando fuertemente la puerta.

"creí verle dejado mi punto de vista claro, incluso estoy dejando pasar que por su trabajo siempre debe de arriesgarse y asuntarse, pero solo le pedía asta que sanara su herida, la cual no le faltaba prácticamente nada, solo pedía eso, acaso estaré mal..."

pensé mientras me recostaba en mi cama y trataba de que se me pasara el coraje, simple y sencillamente no savia que pensar o que decirle ahora, y no deseaba discutir y mucho menos con el.

Sin decir nada mas, sali del lugar bastante serio rumbo a las llanuras rocosas en donde tenia planeado seguir entrenando.
*Ya me arte de tantas restricciones... eres mi pareja no mi madre.* Sin mirar atras continue en mi camino.

paso un poco mas de media hora desde que Hiru se había marchado, me senté a el pie de mi cama y agache la cabeza, -creo... que fui muy dura...- dije en voz baja, la casa estaba en completo silencio, me acerque a la ventana y no se podía ver nadie en las calles.

camine asta la sala y prendí la fogata, me prepare un poco de te y me dispuse a sentarme en el sillón, este momento me recordaba como a los días antes de haber conocido a Hiru, silencio en su totalidad y nada mas que yo, nadie que interrumpiera mis pensamientos... pero ahora que savia que esto era estar sola, no me gustaba estar así, solo me deprimía.

La fogata solto una fuerte llamarada repentian que comenzo a quemar un sillon de la sala. El fuego estaba a punto de propagarse por una de las mesas de la sala.

retrocedí de inmediato y cree agua, la suficiente para así apagar el incendio, respire un poco agitada, pues me había realmente asustado la manera tan repentina en la que había ocurrido. prendí unas cuantas velas para nuevamente iluminar la habitación, y observe con claridad el desastre que se había echo - y con las ganas que tengo de limpiar...- dije en voz baja con una cara de fastidio.

-Huy, perdona no fue mi intencion quemar tu sofa, queria quemar la casa entera.- Una persona de aparentes 27 años con un traje muy formal se encontraba sentada placidamente en el sofa que no habia sido quemado.